Un viaje prometido y 2 años después. (Rumbo a #Veracruz18)

Relato enviado por  Josué Sánchez Marín

¿Sabías tú que el mundo pertenece a los locos?, apuesto que sí, y es que nosotros “nos atrevemos” a disfrutarlo de vez en cuando; pensándolo bien quien carajos se despierta una madrugada, decide subirse a la moto y rodar cientos de kilómetros sin parar para regresar con las nalgas todas entumidas solo porque sí. Doy gracias a que siempre existirá un roto para un descocido, lo menciono porque soy afortunado de estar con una mujer maravillosa que me acompaña en muchas de mis travesías.

Imagen al azar de mi colección
Imagen al azar de mi colección

Primero de noviembre del año 2018, se acerca un evento de suma importancia y que nos tenía a mi chaparra y a mi muy entusiasmados, les hablo de #Veracru18 primera reunión anual de MotoRutaMexico a la que asistiría, si!!!, por fin conoceríamos gente que comparte el mismo gusto por rodar, conocer, viajar, solo porque sí. Platicando y haciendo recuento de los últimos viajes realizados nos percatamos de que estábamos oxidados, justificación perfecta para un pequeño viaje que nos prometimos 2 años antes.

Ixtepec, Oaxaca; 3:45 AM del 2 noviembre ¿Ves a lo que me refiero?, Mochila, Cámara, Agua, Moto, Ruta planificada, casi todo listo. Emprendemos el camino con rumbo a la ciudad de Salina Cruz para una parada breve en casa de un familiar (Olvidamos algunas cosas en una ocasión pasada y bueno). Aquí nada emocionante ya que tomamos una autopista; llegamos a casa de mi cuñada quien a pesar de haberla despertado poco antes de las 5 AM amablemente nos invitó un rico café.

De madrugada no hubo fotos así que les dejo esta de una parada técnica.
De madrugada no hubo fotos así que les dejo esta de una parada técnica.

Continuamos hacia nuestra segunda parada, nos esperan una hora de deliciosas curvas antes de llegar; si me lo permites quiero hacer un paréntesis, recuerdo la primera vez que rodamos juntos mi novia y yo, Sali con ella e hicimos una ruta corta de 15 minutos a Salinas del Márquez, su reacción ante la primera curva fue un ¡Guaaaauuuu! entre temeroso, nervioso, pero con una sonrisa de emoción, definitivamente un momento que no olvidare. El camino que nos espera lo conozco bien, unas curvas divertidas que no exigen mucho pero tampoco permiten que te distraigas ni aburras, cada vez que transitamos por esa ruta entramos en un trance donde estamos solos con el camino y la moto, trazando cada curva con la confianza de que mi compañera y yo nos movemos al mismo ritmo inclinando el cuerpo en el momento correcto y sintiendo la sincronía al momento de jalar el acelerador, solo despertamos cuando de la nada el horizonte se abre, vemos el mar desde lo alto y sentimos su brisa fresca a la distancia, es momento de abrir el casco y disfrutar de lo que viene, ¿Sabes a que me refiero?

Pequeño retraso, el chofer salió ileso
Pequeño retraso, el chofer salió ileso

Esa es la señal de que estamos cerca de nuestro segundo checkpoint, Chipehua en Santa María Gertrudis Miramar, lugar caluroso pero agradable, anteriormente tendrías que pasar por 10 kilómetros de terracería para llegar, pero ahora el pueblo tiene una fachada nueva y el camino ya es de asfalto. Normalmente venimos a disfrutar de la playa, pero esta vez solo pasamos a comer porque nos gusta la sazón, porque oye amigo, si quieres probar los mejores mariscos jálate para Chipehua.

Estrenando fachada
Estrenando fachada
Foto rápida en Chipehua.
Foto rápida en Chipehua.

Es momento de continuar después de alegrar el corazón con una ensalada de mariscos, unos camarones al horno con un buen raspado de Piña, esta vez nos espera un trayecto más largo, con una zona de curvas igual de entretenidas que las anteriores hasta llegar al entronque de Huatulco y de ahí una interminable y aburrida recta hasta Puerto Escondido. Todo transcurrió sin novedad, sin embargo, tanto tiempo sin rodadas largas nos cobraron factura y teníamos que parar cada cierto tiempo para estirar las piernas e hidratarnos, esto nos retrasó en el viaje ya que nos tomó en total 6 horas para llegar a Puerto Escondido, hasta aquí llega mi GPS de aquí en adelante es una ruta nueva para mi así que tuvimos que actualizar preguntándole a algunos lugareños sobre cómo llegar a nuestro destino, pero antes, no te eh dicho a donde voy ¿cierto?; es a propósito, quiero que sea sorpresa pero no te preocupes ya estamos cerca.

Después de actualizar GPS Rural continuamos hacia San José del Progreso, que según quedaba a 25minutos, los más largos de mi vida pues me tomo una hora llegar a un ritmo de 110 km/hr. Aquí el desconocimiento de la ruta nos trolleo un poco, a mitad del camino vemos un espectacular que nos ilusiono al mostrarnos una desviación a nuestro destino con solo 9km restantes, me bajo a preguntar a unos taxistas:

-¡Ey amigo! Oye por aquí llego a…..

– Ijoles no, todavía te falta, sigue derecho hasta San José

-…

Bueno que se puede hacer, a rodar, aunque las nalgas estén como aspirina que aun nos falta; de ahí nos tomo poco tiempo llegar a San José y hasta el final del pueblo hay un letrero que se pierde en la maleza anunciando la ruta a seguir, ya sentimos cerca el paraíso, porque déjame decirte que así lo pintan los que ya han tenido la fortuna de ir, pero al fin vamos a despejar la duda. 29 kilómetros de terracería nos separan de un Coco frío y una hamaquita frente a la playa, avanzamos por una vereda polvosa ya que estaban trabajando en el camino para acondicionarlo y nos toco esperar las maniobras en un parte, pero tras eso llegamos sin mayor incidente que uno que otro bache sorpresivo y desgraciado que nos hizo rebotar hasta el Alma, gajes del oficio.

Y bien, hemos llegado al lugar que tanto deseábamos, pero a todo esto te preguntaras ¿A dónde?, pues nada más y nada menos que el Parque Nacional Lagunas de Chacahua en la costa Oaxaqueña un lugar con muchas sorpresas y totalmente alejado de la civilización moderna (Sin datos móviles y cobertura telefónica limitada) ideal para relajarse totalmente. A la entrada nos encontramos a Angelito y compañía, los distinguidos guías turísticos del lugar, cuyo oficio es el de lanchero que tranquilamente esperan a todo visitante para poder asegurar algún recorrido por el que puedan ganarse unos pesos, aquí tuve una duda existencial y se las dejé saber:

– ¿y qué pasa si no consiguen ningún jale, como le hace para comer?

– Pues nos metemos a la laguna, pescamos un buen parguito y a papear…

Hemos llegado, ¿dónde están los cocos?
Hemos llegado, ¿dónde están los cocos?
Se siente la tranquilidad
Se siente la tranquilidad

¿Quién más es afortunado de tener asegurado un plato de comida en la mesa y no lo aprovecha?, tan solo al llegar se da uno cuenta de la cultura que predomina en Chacahua, sorpresa me lleve al ver un lugar totalmente limpio sin mayor basura que alguna hoja seca recién caída, cerramos el trato para el recorrido nocturno y acompañamos a Angel hasta la laguna desde donde cruzaríamos a la zona de restaurants y cabañas es hora de darle su merecido descanso a la morena (Mi bonita y confiable pulsar) así que la dejamos resguardada en un estacionamiento privado VIP con portón, vigilancia y todo (Casa del primo de Ángel) por solo $40. En lo que nos preparamos para abordar pudimos escuchar una escena de educación hogareña a la antigüita, de esa con las que crecí y que te vuelve gente de bien, un padre regañando a su hija por que la floja recién se despertaba a las 11 AM y no realizo el quehacer que le correspondía.

No podía faltar firulais
No podía faltar firulais

Cruzamos al otro lado, encontramos una cabañita sencilla por $200 la noche, comimos y dimos un recorrido por todo el lugar, duda despejada, Chacahua si es un paraíso.  Son dos playas una con un oleaje sereno donde puedes nadar sin problemas, detrás la laguna llena de manglares y aun costado un cerrito con un faro desde donde podrás apreciar todo el lugar y si te planeas bien tendrás una excelente vista del amanecer y el atardecer, tomamos un descanso pues el viaje y el calor hicieron de las suyas y terminamos rendidos y dormidos en la hamaquita frente a la playa por supuesto después de acabarnos ese coquito frío.

Despertamos justo a la hora acordada con el buen Angelito para el recorrido nocturno, ojo que aquí viene lo bueno, lo mejor que nos ofrece este lugar y para poder apreciarlo tienes que alejarte de las luces del pueblo hasta el lugar mas oscuro de la laguna; nos subimos a la lancha y comenzamos a adentrarnos en la penumbra, aquí ocurre la magia, volteas hacia atrás y distingues una estela de luz que va dejando la embarcación a su paso, no se puede evitar sonreír y sentirse eufórico ante lo que ven tus ojos, un espectáculo simplemente maravilloso que al menos yo no había tenido placer de disfrutar: La bioluminiscencia. Eres libre, solo disfrútalo, mete las manos, chapotea y juega con el agua, has saltar esas chispas de luz, si eres valiente date un chapuzón, nada a tus anchas aquí nadie te molesta, no te perderás, las luciérnagas del mar te delatan; ¿No te atreves?, entonces sigue sonriendo con los peces que no se pierden con la noche, voltea ve como la orilla se ilumina, alza la vista ¿Acaso no son hermosas las estrellas?…

Termino la catarsis, perdón mi buen amigo por hacerte esto, aun hay mucho que disfrutar, aunque para nosotros el día de hoy concluyo así que es hora de dormir.

Al siguiente día nos despertamos temprano (esta vez no madrugamos, pero casi), 7 AM y ya nos esperaba Ángel para el recorrido por los manglares, este es un recorrido ideal para ti si eres un entusiasta de la fotografía de flora y fauna silvestre, existen más de 200 especies de aves en el lugar y puedes fotografiarlas libres en sus actividades cotidianas, si tienes suerte y el dedo siempre encima del obturador te llevaras muy buenas tomas. Embarcamos con snacks y agua suficiente pues el recorrido es largo. Pasamos por callejones de manglares, vimos patos, garzas de todo tipo, gaviotas y unas majestuosas fragatas zampándose unos camarones frescos que chapoteaban en el agua, la naturaleza en todo su esplendor. Al acercarnos a los manglares algunos cangrejillos se acercaban a saludar asomándose en las ramas y de vez en cuando algún ave descansando plácidamente junto a un pescador del lugar esperando quizá algún donativo en especie, ¡oye floja, la laguna está llena de peces!

Fragata tomando un descanso
Fragata tomando un descanso
Las flojas
Las flojas

Y bien, es hora de ver algunos cocodrilos, y no, no te preocupes no están en la laguna si no en un centro de conservación dentro del pueblo que es custodiado por gente del mismo lugar de forma voluntaria, así que su salario se basa en donaciones por la visita guiada. Pudimos ver caimanes de todos tipos, desde unos recién nacidos junto a unas tortuguitas, hasta el mas grande de los cocodrilos de rio que viéndolos de cerca son realmente atemorizantes, suerte que nos separa una gran pared. Terminamos el recorrido y el hambre apretaba así que regresamos a desayunar y por nuestras cosas. Se acerca un momento triste, es hora de abandonar este lugar, aunque satisfechos por lo que disfrutamos.

No se enoje, ya nos vamos.
No se enoje, ya nos vamos.

Nos despedimos, cruzamos por última vez la laguna, cosas empacadas, los dos encima de la morena, ahora sí a rodar y como dicen unos buenos amigos, “pa casa no hay burro flojo”.  Comenzamos a andar por el camino polvoso de antes esta vez con mas pericia que antes, por aquello de los baches, parada técnica en San José del progreso para dar aviso a la familia de que ya estábamos en camino, continuamos hacia playa el Angelito en Puerto Escondido, pues ya habíamos contemplado ir por unas ricas mojarras fritas.

Es hora de reflexionar
Es hora de reflexionar

Comimos y Continuamos, pero vaya que nos espera una sorpresa, a lo lejos unas nubes oscuras de esas que advierten un diluvio, unos cuantos truenos y una brisa lo confirmaron, así que paramos a vestirnos para la ocasión; ya con los impermeables es hora de seguir, más adelante se cumplieron las amenazas, nos alcanzó una lluvia torrencial de esas que limitan la visión,  justo en la zona de curvas antes de Huatulco, contemplamos la posibilidad de parar y esperar, sin embargo mi preocupación era que cayera la noche y la lluvia no parara. Imagina, lluvia, curvas cerradas, noche, carretera con tramos lodosos, muy mala combinación aun para el más experimentado de los motociclistas. Considerando esto decidimos continuar, pues el camino lo conozco bien y eh rodado en condiciones similares.

Para a comer en puerto Angelito
Para a comer en puerto Angelito

Manejando en los límites de seguridad (Es mejor llegar tarde) salimos de las curvas, la lluvia se detuvo unos kilómetros adelante, así que pudimos continuar nuestro camino con total calma. Llegamos al Morro Mazatán, ya nos quedaba solo hora y media mas de camino, en este punto nos alcanzo la noche. Llegamos sin complicaciones a casa después de un renovador y satisfactorio viaje de unos 900km aproximadamente, por su puesto ansiosos de más experiencias similares, esperamos que sea pronto. ¡Es cierto!, como lo pude olvidar si ya estamos cerca de #Veracruz18, ¿Qué sorpresas nos esperan?

Mi buen amigo, gracias por acompañarnos en esta rodada, nos despedimos no sin antes hacerte una pregunta seria y de suma importancia, así que dime, ¿Quieres volverte loco?

De parte de mi chaparra y mía, abrazo fuerte a la distancia, nos vemos en el camino.

7 thoughts on “Un viaje prometido y 2 años después. (Rumbo a #Veracruz18)

  1. Hola!!!!
    Que buen relato te aventaste mi estimado Josue!!! De verdad que dan muchas ganas de recorrer y conocer esos rumbos!
    Muchas felicidades por tener en tu vida a alguien tan especial con quien compartir tus gustos y tus sueños!!!
    Muchas gracias por compartirnos tu viaje, espero que pronto podamos recorrer esos caminos!!! #Oaxaca19!!!!!

    Nos vemos en el camino… De Hiviz y Reflejantes!!!!

  2. soberbia tu narrativa josue… casi lloro con la experiencia de esa luminosencia…entre en catarsis igual yo un gustazo conocerlos en veracruz y espero verlos en oaxaca…yo y felix. saludos para ambos

  3. Esta padre mi Estimado Amigo Josué (chiki)
    Ánimo Todo para adelante. Muy buena experiencia Y sobre todo Es tu Sueño tu Felicidad 😎🤟 Saludos Se te Estima

  4. ¿Qué tal Josue?…

    Gracias por compartir tu relato, en realidad fue muy agradable leerte mientras nos cuentas tu estancia en este gran lugar, de verdad me dieron ganas de estar por allá.
    Sería muy bueno que compartieras la ruta para llegar a este punto.

    Saludos y nos vemos en el camino

  5. Aquí leyendo dos años después, y me voy encontrando con grandes y buenos relatos!
    Claro! son relatos de motoruteros auténticos, haces parecer l carretera (que ya me imagino como esta jaja) como algo sencillo y lo mas importante, nos dejas con ganas de ir y rodarlo, se que ya fueron a Oaxaca el año pasado, pero yo no fui, asi que yo si tengo ganas de ir!
    saludos y muy buen reato!! a seguir compartiendo relatos como estos!

Responder a Romo Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *