Más de mil motos para un pequeño soñador

Heme aquí nuevamente preparándome para iniciar una nueva “era” y no es que este marcando tendencias o imponiendo algún tipo de estilo, no nada de eso simplemente estoy iniciando a recorrer kilómetros con una moto nueva, ahora le toca el turno a una Honda XR150L, en esta entrada no esperes una reseña, la moto aún tiene muy pocos kilómetros, lo único que podría contarte acerca de ella es que  se siente y maneja como una moto nueva y que su motor se siente apretado.

Como ya todos sabrán en menos de unos días estaremos rodando a Durango es más seguramente mientras estés leyendo esto en la comodidad de tu oficina, casa o esperando a que llegue el metro en Pantitlan nosotros andaremos camino a Durango, Mazatlán o en algún punto de esta estupenda ruta que hemos decidido hacer para #Durango16 y este último evento me llevo a decidirme por la Honda XR150L, había la posibilidad de irme en la Yamaha Seca 750 XJ, sin embargo es una moto que le gusta y se siente cómoda rodando a 6500 rpm y a unos 140km/hr sumemos que consume gasolina como carro de 8 cilindros, bueno, hacer un recorrido de 2500km en una moto de 1981 con diversos detalles (aun no sé cómo llegue de Reynosa a Toluca) no la hacen la moto más idónea para una aventura de este tipo.

Mis opciones  se inclinaban a comprar una Yamaha Ténéré 250 usada, después de evaluar gastos de seguro, mantenimiento y llantas para poder realizar cómodamente el viaje la opción de una “nenere” se  alejaba y salía del presupuesto.

Por cuestiones de velocidad, consumo y que ya la conocía perfectamente, estaba decidido por una Bajaj Pulsar 200NS, hace dos años viaje con una a Monterrey, así que tener otra NS no pintaba mal, nuevamente el detalle del costo de seguros y gastar en parrilla y otros accesorios elevaban el costo, ya sabrán a veces no es cuestión de gusto, es cuestión de que tan amplia y grande tenemos la cartera.

Suzuki DR200? Ni pensarlo, mejor compra la nenere 250 de uso, qué tal otra GN 125H pero ahora en “F”? no, la respuesta era simplemente no.

Pasaban los días y  con ello se aproximaba #Durango16 y yo sin moto, unos meses antes había visitado una agencia Honda, un conocido me había dicho que ya tenían la XRE 300, modelo que ha salido con detalles en otros países, ¿Y aquí cómo le ira? Otra moto que por el momento escapa de mi presupuesto y que sin duda me esperaría al menos 1 año para que le resuelvan los detallitos que le salgan, no todo está perdido a mi mente llego una Honda XR125L que tuve por finales del 2012, fue mi segunda DP, recuerdo que  los plásticos y acabados en su cuadro no precisamente indicaban que estabas ante una honda, sin embargo el motor y su suspensión decía lo contrario.

Así que con el recuerdo de esa XR125L me decidí por regresar a Honda y adquirir “la nueva honda XR150L, y es que 25cc tal vez no hagan la gran diferencia, sin embargo el diseño “actual” si le da ese empujón para tomarla en cuenta y adquirir una, de la 125cc no me gustaba su faro tipo burbuja, le hacía falta carácter y todas sus líneas eran redondas era un modelo que requería una manita de gato.

De la actual XR150L me gusta que cambio su faro, el terminado en su cuadro se ve de mejor calidad, incorpora una salpicadera con diseño aerodinámico, no el típico pico aplanado sino una ya más estilizado, el velocímetro e indicadores de altas, direcciones y neutro también cambian pasan de ser los cuadrados tradicionales a unos redondos, el odómetro principal y uno parcial que llega a 999km y luego a 0 y para de contar, dicen que menos es más pero aquí eso no aplica, a la mejor un indicador de nivel de combustible y cuentarrevoluciones no le caería mal.

El motor que incorpora esta moto es el mismo que encuentras en la Honda Cargo 150, seguro que de este es de lo último que te preocuparas.

Después de dar de alta, emplacar y sacar mi tarjeta de circulación, acudí a un buen amigo  para que me tramitara mi seguro de cobertura amplia (si quieres el dato con mucho gusto te lo paso) pasaron 4 días hasta que inicio a tomar la moto, a sumar km que por cuestiones de trabajo y familia pues esto de las dos ruedas pasa, no a segundo término pero si pasa a otro termino, el cual no es que no sea importante simplemente hay otras cosas.

Cuando compre la Bajaj Pulsar NS a sus 82 km decide irme a Puebla, aflojamos motor cuidando de no rebasar las rpm que marca el manual y dando uno que otro acelerón tranquilo cuando fuera necesario, no más no menos, uno de los mejores ablandes de motor que he podido dar, tiempo después en Monterrey dirían que mi moto era más rápida, claro tuvo un buen asentamiento de motor.

Cuando llega la Yamaha Ténéré 250 la someto al tráfico de la CDMX de Xochimilco a Toluca y todo lo que implico, tráfico en hora pico, altitud de Santa Fé y paso por la Marquesa y si a eso sumas mi tipo de manejo, bueno sus primeros 100km fueron demandantes y la moto no rechisto, al siguiente fin de semana estaba visitando el nevado de Toluca.

Ahora bien, regresando a esta nueva montura necesito de 1000km para el miércoles de la ultima semana  a más tardar, acostumbrado a rodar distancias de más de 200km en un día (y me quedo corto con 200km en un día) pienso que no será difícil llegar a la meta en menos de 2 semanas, una cosa es la teoría y otra la práctica y la verdad es que para el jueves 8 de diciembre apenas tenía 161km, lo único que pude hacer fue aplicar la vieja confiable, Nevado de Toluca nos vemos en un rato.

El día jueves era el convivió de navidad en mi trabajo, así que todos saldríamos temprano, al tener todo cubierto no lo pensé dos veces, simplemente me subí a la moto y tome camino al Nevado de Toluca, ruta que esta por de mas ya conocida, tan conocida que a veces da flojera pues ya sabemos los tramos, los poblados y obvio los paisajes parecieran los mismos, nuevamente y como casi siempre, el señor “Almighty” estába equivocado.

Hace un mes para ser exacto, al pasar a la altura de Santa Cruz Cuautenco me topé con un accidente muy feo, una pareja de ancianos había sido atropellada por un taxi que se dio a la fuga y al aventarlos un camino de carga que venia detrás del taxi, les paso y dejo sus restos por todos lados… Si, seguro a veces el problema no es caerte de la moto, si usamos la mayor protección que podamos, nos gastamos cerca de 10mil pesos por año con tal de estar lo más  seguros y es que ante un accidente, nada nos asegura que la libraremos, sin embargo el equipo hará una diferencia entre poderte parar medio noqueado a simplemente quedarte tirado y esperar a que te vean y no terminen tus pedazos por todos lados, a mi paso por este poblado me resulta imposible no pensar en esto, voy a mi paso de aflojar motor, no le pido de más, sin ir forzando, ante mi temor de que algo me aplaste por detrás simplemente abro gas y mi paso se acelera.

Al ir subiendo al nevado, después de San Juan de las Huertas siempre es pesado para una moto no mayor a 200cc y que no pasa de los 20HP, el cambio de altitud afecta considerablemente el funcionamiento y si tu motor se está aflojando, bueno vas a un paso muy lento, hay un  paraje que me llama la atención, decido pararme y tomar algunas fotos, colocar la GoPro y después continuar, unos km más adelante me llevaría una sorpresa.

Si el miedo no anda en burro y mi mamá no hizo  ningún tonto, así que sigamos rodando y disfrutemos de unos cuantos km de curvas.

La verdad es que siento que hoy en día tengo más que perder, supongo es el paso del tiempo y el que una va madurando trato de no pensar mucho en aquel taxi  estampado en el carro de volteo, aunque eso no dura mucho y no evito en pesar que ese taxi pude ser una moto, la mía o la de un amigo o conocido, hoy más que nunca tengo más que perder y todo lo que ha evitado que tenga un accidente de consecuencias graves o fatales tengo que maximizarlo y ponerlo a la décima potencia, pienso en que tengo que ir y regresar de Durango, la idea de Durango me emociona y hace que acelere de más y sienta que estoy surcando las curvas del Espinazo del Diablo.

 El espinazo está a unos días de distancia, así que por mientras metamos la XR150L a la tierra, los primeros km se muestran alegres un poco apretados por el motor, se nota el abolengo “XR” aunque seamos sinceros en su mayoría lo más “XR” que llegaremos a encontrar en este modelo son su calcas, esto no le quita que sea mala en la tierra, simplemente no se siente tan robusta para aguantar el siguiente paso:

Les dejo este otro vídeo, mismo trayecto, diferente moto es casi por esto que me decidí en comprar esta DP a comprar otra moto, una 200NS por ejemplo

Si lo sé, zapatero a sus zapatos, aunque la NS no lo hacen tan mal, algunos puristas dirán que esto no se trata de la moto,  que esto es cuestión del piloto.

Llega un punto donde es casi obligado el pararnos y tomar las primeras fotos, es un punto donde se deja asomar una parte del volcán, uno de sus picos, aparte el lugar tienen una calma sepulcral y relajante.

 Viene un tramo de curvas con surcos en subida, no quiero acelerar de más así que me la llevo tranquilo y procuro ir  disfrutando de ese ronroneo que provocan mis 150cc, conforme pasamos la terracería la moto me está justificando perfectamente su compra, la siento muy cómoda el asiento es uno de los más cómodos, la potencia es el de una 150, no busquemos místicas donde no las hay , hasta el momento no se queja la moto.

Entre pararme a tomar fotos con la T5i, prepararla, seguir tomando fotos, sacar el celular, contestar una llamada, seguir tomando fotos y lo que me faltaba para llegar al último puesto de vigilancia, el tiempo se me fue de las manos, serían las 16:47, me disponía a subir los 950 metros que me separaban de ver las lagunas, el sol se estaba poniendo en su punto exacto, usualmente a esta hora salgo del trabajo y entre el camino de trabajo – casa me tocan tramos donde se ve el Nevado y es a esta hora que un manto del atardecer acaricia al nevado, sé que si subo encontrare buenas tomas, estor por dejar la chamarra y casco, ponerme mi otra chamarra disponerme a subir, miro el reloj, veo el camino que me espera y decido ya no subir, al menos me tardaría una hora y media entre subir, preparar la cámara, tomar fotos, mover parámetros, seguir tomando fotos y bajar, asumo el riesgo de mi decisión y dejare pendiente esa subida.

Sé que estoy cerca de casa el tiempo más que preocuparme me ocupa, usualmente la bajada es más rápida que la subida, lamentablemente me vuelvo a equivocar, encuentro un pequeño camino “un atajo” diría mi amigo Mauricio, no pierdo la oportunidad y bajo me dan muchas ganas de seguir, a mitad de año lo recorrí con  unos amigos (relato pendiente) a lo mucho me quedara 1 hora y media de luz y si sigo por ese camino estaré a menos de la mitad de dicho camino y me quedare sin luz, sumemos que voy solo y que hay una parte de ese camino donde el camino deja de existir, esto sería la fórmula perfecta para perderme, morir de frio y seguramente al día siguiente me estarían buscando, aaahh también ya tenía menos del 10% de pila en mi celular, así que ni como pedir auxilio, seguro tardarían más de dos días en encontrarme, solo quedar tomar las siguientes fotos y disfrutar el paisaje…

 

La rodada aunque corta en km es mantiene un ritmo acelerado y en el cual el tiempo corre rápido, el clima está siendo de lo mejor, el sol es como lo veo desde abajo, a veces al llegar al trabajo me dan unas ganas enormes de no llegar y simplemente dirigirme al nevado y en esta ocasión  me puedo acercar a esa sensación de dejar todo, al menos por un momento, cada km invita a bajarme de la moto y simplemente tomar fotos, todo es perfecto.

Otro instante esta llamando mi atención, es aquel sol que todas las tardes despues del trabajo se hace presente, como casi todas las tardes hoy no solo esta cobijando al nevado, tengo la dicha de estar entre su abrigo perecedero, solo puedo parar y capturar el momento.

Después de esta plétora de cuadros por segundo y químicas de la acción de la luz nuestro pequeño viaje para aflojar el motor de nuestra XR150 ha terminado, me deja satisfecho de obtener esta máquina a mi disposición, pienso en los diferentes caminos que me esperan en #Durango16 sé que nos vamos a divertir, sé que sera un viaje trascendente como los que se han dado últimamente cada año, así que aprovecho para invitarles a que se nos unan y descubran lo que tratamos de plasmar en estas humildes lineas, habla la emoción, el anhelo, las ganas de hacer más con menos y obvio hablan todas esas sensaciones que descubrimos al hacer la ruta, si aun no lo vives qué esperas simplemente hazlo.

Gracias por llegar a este punto del relato, espero sus comentarios así como verlos camino a #Durango16, un afectuoso saludo a la dista!